En el mundo del vino, hasta el más mínimo detalle cuenta. Y uno de los más comentados (y a veces malinterpretados) es el fondo hundido de la botella, conocido técnicamente como picada. Muchos se preguntan si esta forma particular es solo estética o si realmente dice algo sobre la calidad del vino que contiene. En Vinopolis te contamos por qué, en muchos casos, sí puede ser un indicio de un vino de mayor nivel.
¿Qué es la picada y por qué existe?
La picada es el hundimiento que se encuentra en la base de muchas botellas de vino. Aunque su origen fue funcional (las primeras botellas sopladas a mano necesitaban esta forma para mantenerse estables), hoy cumple un rol clave en la presentación y conservación del vino.
En vinos espumosos, por ejemplo, es fundamental: la picada permite que la botella soporte la presión interna del gas. Pero en vinos como los tintos y blancos de guarda, también tiene beneficios relevantes.
¿Por qué se asocia con vinos de mejor calidad?
Si bien no hay una regla absoluta, lo cierto es que las botellas con picada profunda suelen usarse para vinos de mayor categoría, y hay buenas razones para ello:
- Mayor resistencia: este tipo de botella es más robusta y segura para vinos que se van a guardar por varios años.
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Estética cuidada: una botella más pesada, con fondo profundo, transmite elegancia y sofisticación. Muchas viñas la eligen para sus líneas premium.
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Mejor manejo de sedimentos: en vinos que no han sido filtrados o que han tenido guarda prolongada, la picada ayuda a que los sedimentos se acumulen en los bordes, facilitando un servicio más limpio.
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Percepción del consumidor: no es casualidad que asociemos este tipo de botella con vinos más finos. Las viñas lo saben y, cuando apuestan por una presentación más elaborada, este diseño suele ser parte de la decisión.
¿Por qué es tan común en Chile?
En Chile, muchas viñas han adoptado este estilo de botella para sus líneas más cuidadas, tanto por razones técnicas como comunicacionales. Además de ser práctica para el apilamiento y resistente en exportaciones, la botella con picada se ha convertido en un estándar visual de los vinos mejor elaborados del país.
¿Entonces siempre es sinónimo de calidad?
No necesariamente, pero sí es una señal que muchas veces acompaña a vinos de alta gama. Aunque lo más importante sigue siendo lo que está dentro de la botella (la calidad de la uva, el trabajo del enólogo, la guarda...), una presentación bien pensada y una botella con picada suelen ir de la mano con vinos que buscan diferenciarse.